Blind Zone

Es la etapa de mi inconciencia sobre el marketing. Sin entender lo poderosa que es la presión de grupo (impulsor del marketing), la viví en al final de la gloriosa década de los ochenta. Mi intención: ser un “rock star”, vestirme al puro estilo “glam o heavy metal” y recorrer el mundo. Digamos que todo fue realizado, pero a medias. Ni me convertí en una estrella de rock (a pesar de que toqué en alguna que otra banda), ni me vestí con glamour (pero si tuve una etapa rebelde de heavy metal), y visité uno que otro sitio cercano pero en calidad de turista. Lo que si sentí fue la gran “influencia” familiar para estudiar algo en la universidad y escogí (o mas bien dicho alguien tomó la decisión por mi) una carrera eminentemente técnica. Así que el marketing y la administración de empresas eran meros temas de relleno, lejanos y sin un enfoque particular. Siempre he pensado que el objetivo de esta etapa fue conocer a mi esposa y formar una familia, más que el interés sobre lo que había aprendido, que al final nunca tuvo una aplicación profesional.

Uncertain Zone

El futuro como siempre es incierto. Pero lleno de fe. Las siguientes líneas deberían escribir el resultado final. Eso no me compete a mí. Sigo queriendo ser un rock star, un empresario, un académico, un asesor. Lo demás se lo dejo a ustedes,  fervientes seguidores, que con sus ideas, conclusiones y creaciones,  ayudarán sin duda a completar esta historia..

Lighting Zone

La iluminación llegó paradójicamente (yo digo que de manera sobrenatural) con la amenaza de desempleo. Los obstáculos nos llevan a escoger rumbos, y el camino era aprender algo que me lleve a trabajar en alguna área de negocios de una empresa. El estudio me llevó a la curiosidad, luego se formó en mi una firme actitud de alcanzar objetivos; eso hizo que ciertas personas clave se fijen en mí (uno está hace casi 15 años en el cielo), y que pueda crecer en el mundo empresarial. Los que creyeron siguieron pagando por mi educación, y es en este punto donde se cruza casualmente el marketing y el fisgoneo empresarial: de manera desordenada pero intensa, de forma teórica pero con deseos personales de cambio

Courage Zone

Dejar el mundo de las organizaciones por la búsqueda de la trascendencia, fue algo que pocas personas entendieron (a veces también dudo de la razón de esto). Pero me parecía encantador mezclar la experiencia empresarial con los casos teóricos en una escuela de negocios. Esa interacción con miles de empresarios, colaboradores, directivos de diversos sectores y jóvenes; con diferente formación, cultura e historias personales, me hicieron llegar a una claro epílogo: había que profundizar más en temas de gestión empresarial, del marketing pero con un enfoque más ético, con mayor significado;  tratando de entender el comportamiento del consumidor, de la persona, desde su concepción biológica, psicológica y antropológica. Aquí es donde aparecen en este cuento Martin, Jurgen, Jonas, Kjell, Bob, Seth, Fredy, Juan Antonio, Javier y muchos otros que, con su investigación y descubrimientos, abrieron definitivamente mi mente (y mi corazón) hacia la búsqueda de empresas más humanas, estratégicas, innovadoras y virtuosas.

La academia hizo una simbiosis única con la mayéutica. A un descubrimiento de la verdad que está oculta en uno mismo,  a llegar al conocimiento a través de las propias conclusiones; y esto, perfectamente trasladable (diría que teletransportable) hacia el mundo de los negocios, hacia la búsqueda de la empresa consciente como diría Fredy Kofman (ahora ya conocen el nombre completo de uno de mis inspiradores).