“El regreso a lo básico” se siente cada vez más fuerte en las micro-tribus que rechazan la falta de personalización provocada por una tecnología invasiva. Está de vuelta la música análoga, los grandes espectáculos en vivo y los viajes familiares. Grandes colecciones de discos de vinilo se re-editan para los consumidores nostálgicos.
Se abren grande oportunidades creativas como bares y restaurantes “enemigos de los teléfonos celulares”, los libros en papel y el turismo comunitario. El mensaje publicitario simple y emocional, que busca ideas en el “baúl de los recuerdos” podrá ser una tendencia que marque los siguientes años. Es usar a la nostalgia como uno de los principales impulsores de la compra para la generación de los Baby Boomers y “X”.
Es nuevamente mirar álbum de fotos con referencias escritas “a mano”, y colocar en cassette música de Led Zeppelin…