“Re-inventarse”, palabra poderosa, muy utilizada en creatividad, pero muy difícil de poner en la práctica. “Re-inventarse” implica “vaciar la taza” de lo aprendido anteriormente (eliminar nuestros paradigmas), aceptar un nuevo grupo de conocimientos y llegar a la ejecución de lo nuevo.
Las barreras: vivir “anclado al pasado”, auto-convencerse de que lo aprendido siempre estará vigente, tener miedo a conocer nuevas formas de hacer las cosas; y, hablar en lugar de hacer…
Re-inventarse es un ejercicio de disciplina diaria, de confiar en un coach o elegir un mentor. Alguien que se capaz de decirnos las cosas como son y no “dorarnos la píldora”. Lo más importante: saber recibir la retroalimentación como algo invalorable y de crecimiento de vida.